miércoles, 28 de abril de 2010

Luis de Sandoval Zapata*** Demóstenes de luz

Barroco en esplendor que brilla, que es nada todo el aparato vano... soneto de quien tanto canto al tiempo y a la muerte.

Demóstenes de luz que mudo clama
que es nada todo el aparato vano,
¿qué desengaños no escribió su mano,
a qué peligros no alumbró su llama?

Más escarmientos que esplendor derrama
al tiempo de las tres Parcas humano,
probando que en su vuelo más ufano
borra a los muertos títulos y fama.

El aire que te enciende es quien te amaga
y, ventilado de un impulso, paces
vida y muerte en el aire que respiras.

El soplo que antes te encendió te apaga;
aquella diligencia con que naces
influye en el estrago con que expiras.

martes, 27 de abril de 2010

Alfonso Reyes***†9 de febrero de 1913

¿En qué rincón del tiempo nos aguardas? Cuando el soneto se vuelve narratividad y descripción simultaneamente, con el dominio formal y la perfección en un soneto, Alfonso Reyes está escribiendo a su padre.

¿En qué rincón del tiempo nos aguardas,
desde qué pliegue de la luz nos miras?
¿Adónde estás, varón de siete llagas,
sangre manando en la mitad del día?

Febrero de Caín y de metralla:
humean los cadáveres en pila.
Los estribos y riendas olvidadas
y, Cristo militar, te nos morías...

Desde entonces mi noche tiene voces,
huésped mi soledad, gusto mi llanto.
Y si seguí viviendo desde entonces

es porque en mí te llevo, en mí te salvo,
y me hago adelantar como a empellones,
en el afán de poseerte tanto.

lunes, 26 de abril de 2010

Corazón Delator de Edgar Allan Poe. Animación de 1953 (subtitulado)

Juan de Palafox*** Que del mundo la máquina se rompa

He aquí uno de mis sonetos favoritos, de "Los sonetos al Calvario y Cristo en él" de Juan de Palafox y Mendoza. Que del mundo la máquina se rompa, porque el ahora canonizado Palafox dé luz y cánticos a las letras mexicanas.


Que del mundo la máquina se rompa
hagan señal los cielos y elementos,
bramen las aguas al bramar los vientos,
el disco tiemble, el aire se corrompa.

Que al triste son de la lugubre trompa
los insensibles muestren sentimientos,
caigan las torres, falten los cimientos,
del templo cese la soberbia pompa.

Que el sol se eclipse estando paciendo,
la causa universal de tierra y cielo,
no hay en cielo ni en tierra a quien no asombre.

Mas, ¡ay dolor!, que estándole rompiendo
cielo, elementos, aires, templo y velo
aún no se ablande el corazón del hombre.

domingo, 25 de abril de 2010

Sor Juana *** A un Retrato

Este que ves engaño colorido, cuyos versos contienen una perfección retórica y formal, un vano artificio del cuidado que es es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.

Este que ves, engaño colorido,
que del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;

éste, en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores,
triunfar de la vejez y del olvido,

es un vano artificio del cuidado,
es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:

es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.

viernes, 23 de abril de 2010

Carlos Pellicer ******Horas de Junio

La misma agua, esa tan vacía, la de las imágenes de la poesía, la de Carlos Pellicer, tan inesperada... un nuevo soneto para seguir esta ola impredecible y desordenada de perfectos sonetos...

Vuelvo a ti, soledad, agua vacía,
agua de mis imágenes, tan muerta,
nube de mis palabras tan desierta,
noche de la indecible poesía.

Por ti, la misma sangre ―tuya y mía―
corre al alma de nadie siempre abierta.
Por ti la angustia es sombra de la puerta
que no se abre ni de noche ni de día.

Sigo la infancia en tu prisión, y el juego
que alterna muertes y resurecciones
de una imagen a otra vive ciego.

Claman el viento, el sol y el mar del viaje.
Yo devoro mis propios corazones
y juego con los ojos del paisaje.

jueves, 22 de abril de 2010

Sonetos y más sonetos

Aparato Crítico por ahora ha tenido un largo descanso; sin embargo, es un placer retomar el camino, por ahora, para proponer una dinámica diferente. Sonetos y más sonetos es una práctica de lectura de muchos de los mejores sonetos que se han hecho. Mi intención es releerlos y renovar la práctica de la imitatio. Comienzo con un primer soneto maravilloso, parte de la cultura mexicana:

Fray Miguel de Guevara

No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
múevenme tu afrentas y tu muerte.

Múeve, en fin, tu amor, en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No tienes que me dar porque te quiera;
porque aunque lo que espero no esperara
lo mismo que te quiero, te quisiera.